Contratar a un trabajador siendo autónomo implica asumir una serie de responsabilidades que van más allá del pago del salario mensual. Este proceso requiere una planificación adecuada.
El coste no se limita al sueldo neto que percibirá el empleado, sino que también incluye las cotizaciones sociales y otros gastos adicionales. No calcularlos correctamente puede desequilibrar la economía del negocio.
Desde QualityConta recomendamos realizar un estudio previo completo, considerando el tipo de contrato, bonificaciones disponibles y otras variables que pueden influir en el coste final de la contratación. Esta guía le será muy útil.
Componentes del coste de contratación: más que un salario
El coste principal se divide en el sueldo bruto y las cotizaciones a la Seguridad Social. Ambos elementos son obligatorios y deben considerarse de forma conjunta.
El sueldo bruto incluye salario base y complementos, determinados por el convenio colectivo aplicable. Este sueldo puede negociarse, pero siempre debe respetar los mínimos establecidos legalmente.
Las cotizaciones sociales son un porcentaje sobre el sueldo bruto, y representan un gasto fijo mensual para el autónomo empleador. Ignorarlas puede derivar en sanciones.
Detalle de las cotizaciones sociales a cargo del autónomo
Las cotizaciones se componen de varios conceptos obligatorios, cuyos porcentajes varían según el tipo de contrato, actividad económica y duración del contrato.
Algunas de las principales cotizaciones incluyen: contingencias comunes (23,60% a 24,27%), desempleo (5,50% a 6,70%) y accidentes de trabajo (1,50% a 6,70%), entre otras.
El conjunto de todas estas cotizaciones puede superar el 30% del sueldo bruto, por lo que conviene hacer los cálculos con detalle para evitar sobrecostes inesperados.
Factores que pueden alterar el coste total de contratar
El tipo de contrato, ya sea indefinido o temporal, afecta directamente el importe de las cotizaciones. También influye la jornada laboral y la categoría profesional del trabajador.
Los convenios colectivos varían según la actividad y la comunidad autónoma, y establecen las condiciones salariales y laborales mínimas obligatorias.
Existen bonificaciones y reducciones para ciertos colectivos, como jóvenes, personas con discapacidad o desempleados de larga duración, que pueden reducir los costes significativamente.
Trámites obligatorios para contratar siendo autónomo
El autónomo debe inscribirse como empresario en la Seguridad Social mediante el modelo TA-6, requisito previo para dar de alta trabajadores a su cargo.
Posteriormente, debe solicitar un Código de Cuenta de Cotización (CCC) utilizando el modelo TA.7. Sin este código no se puede formalizar ninguna alta.
La contratación se formaliza con el alta del trabajador (TA.2/S) y el registro del contrato en el SEPE, todo ello antes del inicio de la actividad laboral.
Repercusiones económicas adicionales a tener en cuenta
El empleador debe asumir posibles bajas laborales, el pago de horas extras y la contratación de asesoría especializada para la gestión de nóminas y contratos.
Las bajas temporales implican un coste para el empleador durante los primeros días, y posteriormente deberá adelantar pagos que luego podrá recuperar.
El incumplimiento de la obligación de registrar la jornada puede implicar sanciones y el abono de horas extraordinarias no declaradas. Es importante llevar un control riguroso.
Alternativas legales a la contratación laboral directa
Es posible recurrir a la colaboración con otros autónomos, mediante contratos mercantiles. En este caso, el colaborador factura sus servicios y asume sus propias cotizaciones.
También se puede contratar a familiares bajo la figura del autónomo colaborador, siempre que convivan y trabajen en el negocio sin sueldo fijo. Deben estar dados de alta en el Régimen Especial.
Otra opción es la contratación de extranjeros con documentación en regla, ya sean ciudadanos de la UE o extracomunitarios con permiso de trabajo.
Diferencias entre trabajador por cuenta ajena y colaborador autónomo
Un trabajador por cuenta ajena depende directamente del empleador, tiene horario, salario fijo y subordinación. La relación está regulada por el Estatuto de los Trabajadores.
El colaborador autónomo, por el contrario, tiene independencia organizativa, utiliza sus propios medios y asume riesgos. La relación se regula mediante contrato mercantil.
Utilizar una figura inadecuada puede derivar en sanciones por «falso autónomo», por lo que se debe analizar con precisión el tipo de colaboración que se necesita.
El caso particular del autónomo dependiente (TRADE)
El TRADE es un autónomo cuyos ingresos provienen en un 75% o más de un único cliente, pero mantiene su independencia organizativa y asume los riesgos del negocio.
Debe firmar un contrato específico que se registre legalmente, lo cual diferencia esta figura del falso autónomo. Tiene un marco legal propio.
Esta opción puede ser útil para colaboraciones estables, siempre que se cumplan los requisitos formales y se respeten los límites legales.
Calidad, asesoramiento y legalidad: el rol de QualityConta
En QualityConta entendemos que usted desea tomar decisiones informadas y seguras al contratar personal, por lo que ponemos a su disposición nuestros servicios especializados.
Nuestro equipo le acompaña en cada paso: desde el alta en la Seguridad Social hasta la elaboración de contratos y cálculos de costes, ayudándole a evitar errores o sanciones.
Contacte hoy mismo con QualityConta y permítanos ayudarle a gestionar con eficacia cuánto cuesta dar de alta a un trabajador.
Preguntas frecuentes acerca de cuánto cuesta dar de alta a un trabajador como autónomo
¿Es obligatorio contratar un seguro de accidentes o responsabilidad civil al contratar empleados?
No es obligatorio por ley en todos los sectores, pero sí altamente recomendable. En actividades con riesgo físico o técnico, muchas mutuas y convenios colectivos lo exigen. Además, contratar un seguro de responsabilidad civil o de accidentes laborales protege al autónomo ante posibles reclamaciones por daños derivados de la actividad profesional del trabajador.
¿Puede un autónomo contratar a un familiar sin hacerlo como autónomo colaborador?
Sí, pero sólo si existe una verdadera relación laboral con contrato, salario, subordinación y horario. No obstante, la Seguridad Social puede interpretar esta contratación como colaboración familiar encubierta si conviven y colaboran habitualmente, lo que conllevaría sanciones. En la mayoría de los casos, lo recomendable es dar de alta al familiar como autónomo colaborador.
¿Qué ocurre si contrato a alguien sin estar dado de alta como empresario en la Seguridad Social?
Se considera una infracción grave y puede acarrear multas entre 3.750 y más de 12.000 euros, además del pago retroactivo de las cuotas a la Seguridad Social y salarios correspondientes. Es imprescindible obtener el Código de Cuenta de Cotización (CCC) antes de contratar.
¿Puedo contratar a un trabajador solo por unas horas a la semana o para trabajos puntuales?
Sí, es posible mediante un contrato a tiempo parcial o de duración determinada. Debe formalizarse por escrito y comunicarse al SEPE. El autónomo seguirá asumiendo las cotizaciones proporcionales, aunque el trabajador solo trabaje unas horas.
¿Cómo se calcula el IRPF del trabajador contratado por un autónomo?
El IRPF se calcula según la retribución anual estimada, situación familiar y número de hijos. El autónomo debe aplicar la retención correspondiente en la nómina del trabajador y declararla mensualmente (modelo 111). No calcularlo adecuadamente puede generar sanciones o requerimientos tributarios.
¿Qué herramientas existen para gestionar las nóminas si soy autónomo y no tengo asesoría?
Existen múltiples programas y plataformas online (como Holded, Quipu, o Sage) que permiten emitir nóminas, controlar contratos y calcular retenciones. No obstante, si no se cuenta con conocimientos contables o laborales, es recomendable contar con una asesoría para evitar errores legales o administrativos.
¿Qué ocurre si el trabajador tiene un accidente y no estaba correctamente dado de alta?
En ese caso, el autónomo puede enfrentarse a graves sanciones por infracción laboral y por incumplimiento de las obligaciones con la Seguridad Social. Además, el Instituto Nacional de la Seguridad Social puede exigirle el pago de todas las prestaciones que reciba el trabajador accidentado, incluso si el accidente no fue culpa directa del empleador.
