Las fundaciones gestionan datos confidenciales de donantes, beneficiarios y colaboradores. Esta información, altamente sensible, las convierte en objetivos frecuentes de ataques informáticos con consecuencias perjudiciales.
El entorno digital actual exige medidas de protección más allá de simples herramientas técnicas. La ciberseguridad requiere estrategia, formación continua y compromiso institucional en todos los niveles de la organización.
Desde QualityConta, abordamos en este artículo cómo proteger la información en fundaciones mediante medidas prácticas, cumplimiento normativo y una gestión responsable de la seguridad digital.
Riesgos cibernéticos específicos del Tercer Sector
Las fundaciones, al igual que otras entidades sin ánimo de lucro, gestionan datos personales de alta sensibilidad, como los de donantes y beneficiarios. Esta información resulta especialmente atractiva para los ciberdelincuentes.
Según diversos estudios, más de un 27 % de las ONG ha sido víctima de ciberataques, muchos de los cuales se aprovechan de la buena fe y la falta de preparación técnica del personal.
Las técnicas más frecuentes son el phishing, la suplantación de identidad y la instalación de malware. Sus consecuencias pueden afectar gravemente la actividad, reputación y sostenibilidad de la fundación.

Riesgos cibernéticos específicos del Tercer Sector
La importancia de una estrategia proactiva de ciberseguridad
En un entorno digital en constante cambio, adoptar una estrategia reactiva ya no es suficiente. Las fundaciones deben anticiparse a los riesgos mediante una estrategia de ciberseguridad proactiva.
Esto implica formar a todo el personal, desde el patronato hasta el voluntariado, para que adopten hábitos digitales seguros y sean conscientes de los riesgos cotidianos.
Además, implementar una política de control de accesos y una correcta gestión de privilegios ayuda a evitar que usuarios sin autorización accedan a información crítica.
Medidas operativas para proteger los datos
La protección digital debe concretarse en medidas diarias que refuercen la seguridad interna. Entre las más efectivas, destaca el uso de contraseñas robustas y autenticación multifactor.
Es igualmente importante realizar copias de seguridad frecuentes, comprobar que sean recuperables y mantenerlas aisladas de la red principal para evitar infecciones por ransomware.
Actualizar el software de forma periódica y segmentar las redes son prácticas que ayudan a reducir el impacto de ataques informáticos comunes.
Consecuencias de los ataques informáticos en fundaciones
Una sola brecha de seguridad puede tener consecuencias graves: desde la pérdida de información confidencial hasta la suspensión temporal de servicios esenciales.
Estos incidentes afectan directamente a la misión social de la entidad y pueden traducirse en una pérdida de confianza por parte de donantes, financiadores y beneficiarios.
Estudios recientes revelan que el 85 % de los ciberataques se inicia por vías humanas, como correos fraudulentos o llamadas engañosas, lo que refuerza la necesidad de invertir en formación.
Obligaciones legales y normativas para fundaciones
Las fundaciones deben cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y otras normativas aplicables que exigen la protección de la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos.
Además, están obligadas a notificar incidentes de seguridad en determinados plazos y condiciones, lo que requiere una preparación previa y un protocolo claro de actuación.
La adopción de buenas prácticas, auditorías y certificaciones puede reforzar la transparencia y generar confianza entre los públicos de la organización.
Barreras frecuentes y cómo superarlas
Entre las principales barreras se encuentran las limitaciones presupuestarias, la falta de personal técnico y la resistencia al cambio. Estas dificultades deben abordarse con una planificación gradual.
Una estrategia eficaz prioriza las medidas de mayor impacto y menor coste, como la segmentación de redes, la formación continua y el uso de herramientas gratuitas de organismos públicos.
También es recomendable establecer alianzas con otras entidades del sector o proveedores especializados para compartir recursos y conocimientos.
Herramientas y recursos útiles para fundaciones
Hoy en día, existen plataformas diseñadas para el Tercer Sector que ofrecen soluciones de ciberseguridad adaptadas a su realidad operativa.
Desde antivirus y firewalls básicos hasta sistemas de detección de intrusiones, estas herramientas permiten construir un entorno digital más seguro sin necesidad de grandes inversiones.
Organismos públicos y coaliciones de ONG publican guías, protocolos y recursos gratuitos que pueden ser integrados progresivamente en las rutinas de trabajo.
Calidad institucional y compromiso con la seguridad
La gestión responsable de los datos también forma parte del compromiso ético y de la rendición de cuentas que caracteriza a las fundaciones.
Por tanto, la ciberseguridad debe integrarse en los planes estratégicos, en la gobernanza y en la política de transparencia de la organización.
Los órganos de gobierno no deben delegar completamente esta responsabilidad, sino participar activamente en la definición de políticas y en la asignación de recursos.
Ciberseguridad y continuidad operativa
Garantizar la seguridad digital no sólo evita incidentes, sino que asegura la continuidad del trabajo institucional en beneficio de los colectivos atendidos.
Un protocolo de actuación ante incidentes, con roles definidos y respaldo de información clave, permite una recuperación más rápida y eficaz.
Simulacros periódicos, auditorías y mecanismos de alerta temprana son elementos imprescindibles para actuar con agilidad en caso de emergencia.
Tendencias futuras en ciberseguridad para el Tercer Sector
El aumento de los ataques dirigidos a entidades sociales exige nuevas estrategias, como el enfoque Zero Trust y la monitorización permanente de los sistemas.
Además, se prevé una mayor colaboración entre sector público y fundaciones, así como normativas más estrictas en materia de protección de datos.
Incorporar la cultura de seguridad al modelo de gobernanza será clave para afrontar los desafíos del futuro sin comprometer la misión social.
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En QualityConta entendemos los retos específicos que enfrentan las fundaciones en materia de ciberseguridad y protección de datos. Nuestro equipo ofrece asesoramiento experto, claro y adaptado a su realidad.
Ayudamos a su entidad a identificar riesgos, implementar medidas eficaces y cumplir con las normativas vigentes, sin perder de vista su propósito fundacional.
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Preguntas frecuentes acerca de la ciberseguridad
¿Qué es el phishing y cómo afecta a las fundaciones?
El phishing es una técnica que engaña a las personas para obtener información sensible. En fundaciones, puede comprometer datos de donantes o beneficiarios.
¿Qué normativa debe cumplir una fundación en materia de ciberseguridad?
Principalmente el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que obliga a proteger los datos personales y a notificar incidentes de seguridad.
¿Qué hacer si se detecta un ciberataque en la fundación?
Activar el protocolo de respuesta, contener el daño, informar a las autoridades si procede y comunicarlo a las personas afectadas según la normativa vigente.
¿Es suficiente con tener un antivirus?
No. Aunque es una herramienta básica, la seguridad efectiva requiere formación, actualizaciones constantes, backups, segmentación de redes y monitoreo continuo.
¿Qué recursos gratuitos existen para mejorar la seguridad?
Guías del INCIBE, plataformas de formación como Protege tu ONG, y herramientas de diagnóstico disponibles para el Tercer Sector.
¿Cómo afecta un ciberataque a la reputación de la fundación?
Puede reducir la confianza de donantes, financiadores y beneficiarios, afectar la continuidad de los proyectos y dañar la imagen pública.
¿Quién debe liderar la estrategia de ciberseguridad en una fundación?
La responsabilidad es compartida, pero debe estar supervisada por el órgano de gobierno y contar con el compromiso de todo el equipo.